Vivimos en un mundo mucho más complicado de lo que alguna vez fue en el pasado. Ya sea por motivaciones personales, o por pura necesidad, pero la gente trabaja largas horas. Las familias se acoplan a sus situaciones de vida lo mejor que pueden, a veces sacrificando la interacción entre ellos mismos. Estas interacciones son cómo la gasolina que hace mover las piezas de la unidad familiar. Cómo resultado, el motor se detiene.
A esto hay que añadir la carga emocional que este mundo también impone sobre cada miembro de la familia. Lo que nosotros llamamos stress es percibido por el cerebro cómo un peligro, que desata un grupo de respuestas corporales para afrontarlo. Estas respuestas conllevan un estado de hiper-alerta física constante, que influyen en nuestra forma de pensar. También afecta el desempeño físico, pues la respuesta al stress constante tiene el precio de aumentar el desgaste corporal.
En particular, la influencia del stress sobre la conducta humana es de gran importancia para el desempeño de una familia. En un estado de hiper-vigilancia, un evento cualquiera que normalmente no tiene importancia puede considerarse cómo un ataque. La persona responde a este supuesto ataque, y esta acción resulta en una respuesta de la pareja, hijo, etc. Esto da a un conflicto innecesario entre miembros de la familia. Entonces la dinámica familiar se descompone, y cualquier conflicto previo que pudiera haber, crece.
Y qué puede hacer uno para detener este proceso? He aquí algunos consejos:
- Trate de pasar la mayor cantidad posible de tiempo con su familia. Es cierto aquello de que es mejor la calidad que la cantidad de tiempo, pero si tiene de las dos, mejor. Por ejemplo, aproveche cuando tiene que hacer mandados para convertirlo en una salida familiar y compartir con su pareja e hijos.
- Aunque hallan discusiones, no olvide el respeto y la cordialidad hacia los miembros de su familia. El tener esto en la mente cuando discuten, sirve para poner a la persona en una situación más realista, donde puede juzgar las cosas por lo que realmente son y no por lo que el estado de stress le hacen pensar que son.
- Deje las cosas del trabajo en el trabajo; no las traiga consigo a su hogar.
- Si se siente alterado, no discuta en ese momento. Calmese primero, considere lo que tiene que decir, y concentrase en solucionar un problema y no en juzgar una situación.
- Si siente que necesita ayuda, no dude en buscarla. Puede que la situación estresante es realmente demasiado para manejar, y otras personas de repente tienen las respuestas que usted necesita!
GABINETE DE PSICOLOGÍA GUATEMALA
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